martes, 17 de abril de 2012

La paciencia es una gran virtud

No me quedaba otra salida, esta vez ya me había hecho a la idea de que marzo iba a ser el último mes que pasaría en Valencia. Pero nunca se sabe en que momento la vida nos va sorprender.
Por fin las cosas van por buen camino. De la noche a la mañana mi vida cambio para siempre. Y dentro de lo malo, es lo mejor que me ha podido pasar. Me han aceptado la incapacidad laboral absoluta. Cuando me dieron la noticia no me lo creía, las lágrimas me recorrían las mejillas y lo único que quería era que todas esas personas que han estado a mi lado lo supieran.
A pesar de esto, estoy en lista de espera de un año y medio para una operación. Como ya sabemos, por el momento no existe cura para la enfermedad del parkinsion pero con esta operación, se puede evitar empeorar con tanta rapidez... así que todo es cuestión de ser fuertes hasta que llegue el gran día.