Siempre he sido una persona muy cariñosa y lo daba todo por la persona a la que quería. Pues bien, eso ha cambiado, no se si por mal o por bien, pero ya no me siento la misma. Durante estos últimos meses Mario lo ha sido todo para mi, pero me he dado cuenta que cualquier cosa, por pequeña que sea, absolutamente todo tiene su principio y su fin. La vida es un camino por el cual solo se anda una vez y tenemos que aprender a salir de esos baches que hay en él.
Mario, ha sido una de las personas que más señal ha dejado en mi vida, yo estaba completamente enamorada de él, pero hace cosa de un mes que ha desaparecido por completo. Aunque me siga doliendo su ignorancia hacia mi, tengo la esperanza de que algún día pueda volver a saber de él. Realmente no le deseo ningún mal, todo lo contrario, es una persona increíble pero no podemos estar juntos.
Esta vez he tenido que enfrentarme cara a cara con la vida, le perdí a él, me echaron del piso en el que estaba y mis problemas de salud seguían igual. Mentiría si digiera que no he derramado ni una sola lágrima, lo que si es cierto es que no he llorado ni la mitad que en muchas otras circunstancias. Seguramente llegué a sentirme tan sola que vi que no podía hundirme más. Si no salía yo misma de esta, ¿quién lo iba a hacer? así que ni siquiera yo se de donde me salieron las fuerzas pero estoy orgullosa de mi misma.
Me noto muy cambiada. Ahora soy mucho más positiva y siempre (o prácticamente siempre) estoy alegre. La enfermedad parece que se ha dormido, no he vuelto a pasar por ninguna de esas crisis. He aprendido a vivir en el presente y soy feliz.
El truco esta en no dejar que los pensamientos negativos se salgan con la suya.